Un reconocimiento de ida y vuelta

El pasado lunes, al finalizar la clase de Chikung, Taichi y Meditación una de nuestras alumnas nos regaló la lectura de un relato de su puño y letra. Y, con su permiso, lo compartimos con ustedes:

Agradecer es la esencia del vivir

Desde hace muchos días estamos en expectación porque el mundo, la vida, el devenir normal de los ciclos de la existencia se han visto interrumpidos por una sombra aplastante que se parece al fin.

El cielo se encapotó y un manto de tristeza nos ha querido arrebatar la alegría mas, sin embargo, en un lugar especial que se identifica con los caminos del mundo hemos encontrado la conexión con la fuente del resplandor, allí hemos aprendido la verdadera armonía del ser, esa que sutilmente fluye con cada movimiento para dar paso a la luz que sabe desterrar el miedo a través de cada inspiración.

En este lugar especial se suavizan las asperezas y se ordenan los enredos, brotan todas las cosas hermosas que hay dentro de cada uno sólo con el fluir del movimiento; hasta el arquero se posiciona con dulzura para que la flecha apunte a la armonía, a la suavidad, a la tranquilidad.

El cuerpo lo entiende y asume su verdadero bienestar. Este lugar misterioso, este espacio que es la fuente del cielo y de la tierra, es el Centro Yu Shan, donde con cautela Ana y Yolanda en un esfuerzo religioso nos enseñan la esencia del movimiento a través del milenario Chikung y Taichí para que consigamos la sabiduría del cuerpo y de la mente y la podamos transferirlo al Amor Universal.

¡Gracias queridas amigas!
Tenerife , un día de enero de 2022 


Aunque las personas que nos dedicamos a la enseñanza por convicción, en general, no esperamos gratitud porque ya nos anima el estar haciendo lo que nos apasiona, coincidirán con nosotras en que recibir el agradecimiento de nuestros alumnos y alumnas es muy reconfortante, al sentir que valoran lo que les damos, eso en lo que ponemos nuestro esfuerzo. Y que, automáticamente esto genera en nosotras la necesidad de darles también las gracias por hacerlo posible, por formar parte y hacer que nuestra labor tenga sentido. 

“Cuando bebas agua, recuerda la fuente” dice un proverbio chino… 

Pues aprovechamos la ocasión para devolver el agradecimiento en forma de aplauso y reconocimiento personal y grupal, a Evelyn Luque y a cada una de las compañeras que forman nuestro estimado grupo senior, por haber contribuido a que todo haya ido bien en nuestras clases de Chikung, Taichi y Meditación en estos dos años de pandemia. Gracias por el apoyo, por haberse sacudido el miedo y continuar asistiendo a clase en esta etapa de incertidumbre. Gracias por la confianza, por los aprendizajes compartidos y las palabras de aliento, por los detalles y por tantos gestos bonitos, sin cada una de ustedes no hubiera sucedido. 

Ana Castro. Profesora de la Escuela Yu Shan de Qigong y Taijiquan.