Qué se Hace en un Taller de Constelaciones Familiares?

Los Talleres de Constelaciones Familiares están impartidos por la Terapeuta Nieves Suárez, son dinámicos y participativos, pudiendo participar en tres modalidades diferentes:

Como Cliente: exponiendo un asunto que se quiera trabajar.

Como Representante: poniéndose al servicio del cliente, representando a algún miembro de su familia o elementos implicados en el caso.

Como Participante: observando y ayudando a contener aquello que va ocurriendo durante el transcurso de la constelación.

En cada caso, se pueden tener comprensiones profundas a nivel propio a partir del trabajo de otras personas, a través de los procesos de proyección e identificación que se despliegan. Cualquiera que fuera el rol que ocupes, en el transcurso del taller se irán produciendo movimientos internos.

Antes de iniciar una Constelación, el terapeuta elige espontáneamente entre las personas que desean trabajar, las invita a sentarse a su lado y les hace una pequeña entrevista. No es necesario exponer tu caso al terapeuta antes de asistir al taller, ni tampoco es necesario que expongas ante el grupo demasiada información acerca del asunto a trabajar. Solamente tendrás que responder básicamente a 3 preguntas:

¿Cuál es el problema?

¿Qué deseas conseguir?

¿Cuáles son los hechos importantes de tu sistema familiar?

Es importante que antes de asistir al taller recabes un poco de información sobre los acontecimientos importantes de tu familia como, uniones, separaciones, enfermedades graves, muertes tempranas, abortos espontáneos o provocados, migraciones, hechos de guerra, etc. Una vez recabada esta información, el desarrollo de la constelación sigue generalmente los siguientes pasos:

La persona que hace su Constelación (cliente), tras exponer el asunto que le preocupa, elige representantes, entre los participantes del taller. Éstos representarán a personas implicadas en el problema.

El cliente configura a los representantes, es decir, los coloca en el espacio relacionándolos unos con otros. Lo único que tienen que hacer los representantes, es moverse o actuar de acuerdo con lo que perciban y/o sientan corporal y/o emocionalmente mientras están en ese rol.

A partir de ahí el terapeuta acompaña al cliente en el desarrollo de la constelación, orientándose a través de lo que expresan verbal, corporal y emocionalmente los representantes, ayudándose con frases sanadoras y/o con movimientos corporales, y buscando una imagen de solución, entre otras cosas.